viernes, 2 de marzo de 2012

Una historia humana

Hay sucesos que nunca deberíamos olvidar… Chernóbil es uno de ellos. Cuando nos embarcamos en la realización de este proyecto fue con el propósito de rescatar del olvido a todas aquellas gentes que sufrieron y sufren la irrupción en sus vidas de un enemigo invisible… la energía nuclear
fuera de control.

Lo primero que llamó poderosamente nuestra atención fue la imagen de Pripiat, la próspera ciudad que había albergado 47.000 habitantes, convertida ahora en ciudad fantasma donde la vegetación crece salvaje y parece amenazar con engullirla algún día.

Luego vendría la historia humana, aquellas gentes que de un día para otro se vieron obligadas a abandonar su hogar. Marcharon con el convencimiento de regresar al cabo de unos pocos días, pero era demasiado tarde... un enemigo del que desconocían su poder les había arrebatado todo cuanto tenían y estaba dispuesto a permanecer allí durante toda una eternidad. Después llegó la historia de los liquidadores, mano de obra encargada de hacer la limpieza y construcción del sarcófago que debía cubrir la Central. Hombres que se limitaron a cumplir órdenes sin tener conocimiento de a qué se enfrentaban y que terminarían convertidos muy a su pesar en héroes y mártires. Más de veinticinco años después tenemos la certeza de que nunca llegaremos a saber sus verdaderas repercusiones. Chernóbil no ha hecho más que empezar.

Francisco Sánchez

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